La Federación, a través del Departamento de Capacitación y Formación Profesional, organizó el Taller de Sensibilización, que estuvo a cargo de la Dirección General Trabajo Decente y Relaciones Laborales de la Subsecretaría de Trabajo, Industria y Comercio porteña. Contó con la participación de más de 150 empresarios y profesionales de todo el país.
El Taller de Sensibilización y Prevención sobre Violencia y Acoso en el Trabajo se desarrolló el miércoles 7 de septiembre en modalidad virtual, en el marco de un Convenio de Cooperación firmado días atrás por el subsecretario de Trabajo, Industria y Comercio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Ezequiel Jarvis, y el vicepresidente de FEHGRA, Rafael Miranda, cuyo objetivo es planificar, desarrollar y ejecutar acciones conjuntas y/o coordinadas de capacitación y concientización en materia laboral.
Dictado por la titular de la Dirección General de Trabajo Decente y Relaciones Laborales de la Subsecretaría, Claudia Testa, y su equipo, el Taller difundió importantes conceptos sobre los siguientes temas: Convenio 190 OIT: puntos principales del convenio; ¿Qué es el acoso?; Tipos de acoso; ¿Cómo se presenta?; Cuando SI, cuando NO hay violencia: ejemplos; Lenguaje
Tras dar la bienvenida al Taller, la protesorera de la Federación, Belén García Bertone, a cargo del Departamento de Capacitación y Formación Profesional, agradeció al Gobierno porteño y a la directora Claudia Testa y a su equipo. También destacó la colaboración de la AHRCC, nexo para llevar adelante la actividad.
¿Qué es la violencia y el acoso en el trabajo?
Claudia Testa explicó que Argentina ratificó el Convenio 190 sobre la eliminación y el acoso en el mundo del trabajo de la Organización Internacional de Trabajo (OIT), a través de la Ley 27580, publicada en 2020. El Convenio reconoce el derecho de toda persona a estar en un ambiente de trabajo libre de violencia y acoso, incluidos la violencia y el acoso por razón de género. Se determina que tales comportamientos pueden constituir una violación o un abuso a los derechos humanos, ya sea que se manifiesten una sola vez o de manera repetida, y que causen o sean susceptibles de causar un daño físico, psicológico, sexual o económico.
La violencia y el acoso se pueden manifestar como: Sobrecarga o disminución en la asignación de tareas; Falta de información de la normativa laboral o falta de capacitación del personal en la materia, o de comunicación o sinergia; Liderazgos negativos; Mecanismos de ascenso no transparentes; y Falta de espacios que posibiliten la opinión de los y las trabadores. Se incluye el uso de la violencia en el lenguaje, que busca minimizar la dignidad y la seguridad de los y las trabajadores con insultos y humillaciones, a través de las siguientes formas de comunicarse: el lenguaje hostil y prepotente, hablar a los gritos, dar órdenes, insultar, acusar, entre otros.
Claudia Testa y su equipo explicaron que el Convenio protege a los trabajadores cualquiera sea su situación contractual, ya sean pasantes, aprendices, voluntarios, empleados, postulantes, y se aplica a todos los sectores, público o privado.
Cuatro formas de violencia o acoso
• Agresión Física: Toda conducta que directa o indirectamente esté dirigida a ocasionar un daño físico.
• Acoso Sexual: toda conducta o comentario reiterado con connotación sexual no consentido por quien lo recibe. Este acoso condiciona o perjudica el desempeño laboral, creando un entorno intimidatoria y humillante para los y las trabajadores.
• Acoso Psicológico: situación en que una persona o grupo ejercen un maltrato modal o verbal continuado, recurrente, sostenido, buscando desestabilizar, aislar o destruir la reputación, deteriorar la autoestima y disminuir su capacidad laboral para poder degradar o eliminar el lugar que ocupa. Puede presentarse en forma combinada o secuencial, por ejemplo, una víctima de acoso sexual, al no consumarse, puede transformarse en una víctima de acoso psicológico como represalia a su negativa.
• Ciber-acoso: hostigamiento virtual, intencional y continuo contra un inividuo o grupo, que se lleva a cabo a través de medios tales como correo electrónico, redes sociales, blogs, mensajes de textos, celulares, websites.
El impacto en la Salud
La violencia laboral repercute en la salud de las víctimas, con síntomas progresivos del estrés, que incluye dispersión en la atención, falta de concentración, estado permanente de alerta, angustia, depresión, agotamiento, trastorno del sueño, conflicto en los vínculos afectivos. A nivel físico, dispara afecciones gastrointestinales, dermatológicas o cardíacas.
La situación repercute directamente en el trabajo. Puede generar: aumento de accidentes laborales, de licencias por enfermedad, de ausencias injustificadas y de reclamos laborales; mayor cantidad de renuncias, falta de claridad en las directivas laborales, falta o dificultad en la integración en las tareas, formación de subgrupos.
Por otra parte, la violencia no solo impacta en la víctima, sino que golpea a todo el equipo y reduce su capacidad de trabajo.
¿Cuándo NO hay violencia y acoso en el trabajo?
• Conflictos laborales: reclamos relativos a las condiciones laborales o relativos a las relaciones existentes entre las personas. Los problemas y sus causas o motivos son explícitos o pueden identificarse fácilmente.
• Exigencias organizacionales: pueden presentarse situaciones orientadas a satisfacer exigencias de la organización guardando el respeto debido a la dignidad de las personas y sus derechos patrimoniales excluyendo toda forma de abuso de derecho, como por ejemplo cambios de puestos, sector u horario, periodos de mayor exigencia siempre que sean conformes al contrato de trabajo o a reales necesidades de la organización, debidamente comunicadas.
• Burn-out: también conocido como síndrome del agotamiento profesional. Se manifiesta en episodios de despersonalización y sentimientos de baja realización personal. Ocurre con mayor frecuencia en sectores de la salud o educación.
Obligaciones de la Organización
Se entiende por organización saludable a aquellas que realizan esfuerzos sistemáticos, planificados y proactivos para mejorar la salud de los empleados mediante las buenas prácticas relacionadas con las mejoras de las tareas, el ambiente social y articulación entre el trabajo y la vida privada. El empleador debe brindar seguridad, sanidad y confort. Por eso debe adoptar conductas para cuidar la integridad psicofísica.
La estrategia que debe implementar el empleador incluye prevención, acompañamiento y compromiso. Se recomienda elaborar políticas y planes para combatir la violencia; fomentar la conciencia sobre los riesgos y las consecuencias destructoras de estas prácticas; y desarrollar camapañas de sensibilización y difusión sobre el tema.
Si se detecta un problema de violencia y/o acoso, es necesario averiguar si se extiende a otros trabajadores; crear un espacio de escucha y una dinámica de trabajo cooperativo e integral donde el problema se aborde de forma conjunta y global; encargar a los mandos directivos la responsabilidad de aplicar políticas para eliminar la violencia y el acoso; entre otras acciones.
Por otra parte, el equipo a cargo del Taller explicó que en la Ciudad de Buenos Aires existen distintas vías para realizar denuncias: línea 144 Boti y el 911. También se puede denunciar en las Comisarías de la Policía de la Ciudad, en los enlaces del Ministerio Público Fiscal, y en la Dirección de Investigación del Ciberdelito. Agregaron que cada Ciudad o Provincia tienen sus propios números o lugares para efectuar denuncias.
En la foto, Ezequiel Jarvis, Claudia Testa y Rafael Miranda.