Se reglamentó la Ley 5920 CABA, que fue aprobada en diciembre pasado. Promovida por la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés (AHRCC), la nueva ley exime de presentar un plan de evacuación para los establecimientos que tengan menos de 200 m2 y sean de una sola planta.
Este beneficio abarca a los bares de la ciudad, comercios y todo inmueble que requiera ser habilitado hasta esas dimensiones especificadas. Este es uno de los grandes cambios que dispone la nueva Ley 5.920, que se reglamentó a principios de febrero de 2018. La norma crea el Sistema de Autoprotección y deroga en consecuencia a la ley anterior 1.346, que exigía presentar un plan de evacuación a través de un profesional y obligaba a tener a al menos ocho personas en el local, cada una de las cuales debía cumplir un rol en caso de emergencia. De lo contrario, el lugar era clausurado. El local que tiene menos de 200 m2 y carece de sótano, entrepiso o segunda planta, ya no es necesario que realice presentaciones ante Defensa Civil ni contar con ocho personas para evacuar. Sólo hay que exhibir una declaración jurada de que el titular está en condiciones de liberar el espacio si hay una emergencia. Así, se ahorra el pago de los servicios de profesionales como arquitectos, ingenieros o licenciados en seguridad e higiene, que antes se ocupaban de hacer esas presentaciones.
Daniel Prieto, de la Cámara de Cafés y Bares, resalta: “Estamos muy contentos con esta reglamentación. Tuvimos muchas clausuras porque en un bar chico era imposible tener las ocho personas como se exigía antes”. De este modo se hace más eficiente el control de seguridad articuladamente con las necesidades productivas de los diferentes comercios.
La norma anterior ha demostrado que varias de sus disposiciones no resultaban acordes con las reales posibilidades, necesidades y servicios prestados en los edificios, establecimientos y/o predios.
En este sentido, en los fundamentos de la medida se explica que “el proyecto de ley debe resultar plenamente aplicable desde el punto de vista fáctico y social para estos edificios, establecimientos y/o predios, resultando simplemente un reflejo de los mismos y de las características y necesidades de quienes se busca proteger, atento a que en la actualidad la cantidad de roles que deben cumplirse resultan excesivos en algunos casos e insuficientes en otros”.