El sector hotelero de Córdoba espera un 2017 difícil, después de una temporada de verano floja. La Filial FEHGRA Córdoba comparte la Nota publicada por el medio provincial La Voz del Interior.
Según el Ieral, sobre datos de la Encuesta de Ocupación Hotelera del Indec, en 2016 la cantidad de visitantes en Córdoba, entre residentes y extranjeros, bajó 1,8 por ciento; si sólo se tiene en cuenta a visitantes de otros países, la caída fue de 5,7 por ciento.
Era de esperar para un año recesivo. Por eso, los hoteleros confiaban en la temporada de verano que está finalizando. Pero no fue del todo buena. Y en esto no sólo tiene que ver la competencia en precios de Brasil y de Chile.
Por ejemplo, para la Secretaría de Turismo de Carlos Paz, el nivel de ocupación promedio de enero fue de 80 por ciento.
Pero para la Asociación Hotelera de esa ciudad, los establecimientos estuvieron llenos en un 60 por ciento; arrancaron febrero con 50 por ciento y este fin de semana de Carnaval estuvo colmado, pero fue un momento de euforia que duró cuatro días.
“La temporada fue floja. Los primeros 15 días de enero, el nivel de ocupación fue flojo; la segunda quincena fue buena; en febrero llegó el turismo de cabotaje y sólo Carnaval fue importante. Ahora, a esperar Semana Santa”, explica Alejandro Moroni, titular del hotel Costa Azul en Carlos Paz y coordinador de la Región Centro de la Federación Hotelera y Gastronómica de la República Argentina (Fehgra).
En Córdoba, para recibir a los turistas hay 2.600 establecimientos entre hoteles, complejos de cabañas, hostels y residencias registradas por la Agencia Córdoba Turismo.
Ahora, tendrá que apostar a los nueve fines de semana largos que tiene el año, incluido Semana Santa.
“Córdoba capital trabaja con el público corporativo, la industria y el campo. Pero el resto vive de la temporada alta. 2017 será un año de adecuación; menos fines de semana largos y feriados puente obliga a una reformulación. No haber tenido un buen verano trae un panorama poco alentador, así que este será un año para sostener estructura y puestos de trabajo, que no se pierdan empleos, porque preparar a una persona para brindar un servicio lleva hasta un año de capacitación”, destaca.
Desiguales
Un ejemplo es lo que sucede en Carlos Paz. Hay 35 mil plazas reguladas, pero en los momentos pico hay 100 mil turistas, con hoteles ocupados al 60 por ciento. Esto quiere decir que apenas uno de cada cinco va a un hotel.
Lo que sucede en el sector hotelero se repite en muchos sectores de la economía, donde quienes están regulados y en regla pierden contra los informales y en negro.
“En estas condiciones es muy difícil competir. La gastronomía recibe aumento en las gaseosas y al otro día aumenta el precio en la carta. Pero el hotel empieza a vender por lo menos con dos o tres meses de anticipación; fijó tarifas en octubre, salió a vender y ahora tiene que enfrentar costos más elevados. Esto es un golpe directo a la rentabilidad”, señala Moroni.
A esto se suma la competencia desleal del alojamiento desregulado. El sector paga 36 aranceles o gravámenes específicos, lo que lleva la presión fiscal al 53 por ciento de su facturación. Por ejemplo, derechos intelectuales y televisión por cable le absorben a un hotel de 30 habitaciones el 10 por ciento de la facturación.
A esto se suman los sitios de venta de alojamiento en internet, donde el hotel regulado compite con el departamento desregulado, que son necesarios ya que los nuevos viajeros comienzan su búsqueda por estos portales, pero ?se llevan el 20 por ciento de la ?venta.
“No pretendemos que la gente no pueda comercializar su casa, pero al menos que tribute de la misma manera; si no hay competencia leal y pautas iguales para todos, el hotel no tiene chances”, reflexiona.
Congreso de la Lengua
El turismo de congreso y convenciones es una alternativa que fortalece al sector. En la última edición de la Feria Internacional de Turismo (Fitur), hecha en Madrid el mes pasado, Córdoba firmó el convenio para organizar el Octavo Congreso Internacional de la Lengua, que se hará del 27 al 30 de marzo en 2019, al cual comprometió su presencia el rey de España, Felipe VI.
Para eso, el Gobierno de la Provincia refuncionalizará el Complejo Ferial Córdoba para construir allí un centro de convenciones de gran capacidad, algo que la ciudad no tenía y por lo que venía perdiendo los grandes congresos.
“En algún momento, Córdoba tuvo un crecimiento importante en congresos y convenciones, pero ahora otras provincias están creciendo con centros de gran nivel. Sólo hay que ver Santiago del Estero, que ya tiene un complejo para cinco mil personas bajo un mismo techo; nosotros nunca logramos eso. El Congreso de la Lengua será un hito que marcará un antes y un después”, proyecta Moroni.
Fuente: La Voz del Interior. 27 de enero