La Filial Bariloche, en representación de la hotelería y gastronomía patagónica, participó de la Audiencia Pública por el Gas. A continuación, la ponencia de Hugo de Barba, presidente de la Asociación de Bariloche.
Vengo en representación de la hotelería y gastronomía de Bariloche, de la actividad turística y productiva de mi ciudad, pero también en representación de la hotelería y gastronomía de Ushuaia, Río Grande, El Calafate, Comodoro Rivadavia, Río Gallegos, Trelew, Puerto Madryn, Esquel, Bariloche, San Martín de los Andes, General Roca, Viedma, Neuquén, y de cualquier pueblo de la Patagonia donde siempre habrá un hotel, hostería y restaurante que no pudieron estar presentes.
La Patagonia representa el 35% de la superficie del país, habitada por el 7% de los argentinos y que producen el 94% del gas del país, representando el 80% del consumo. Las actividades sustentables son pocas y entre ellas se encuentran el petróleo y el turismo. El petróleo esta subsidiado fuertemente. En muchas localidades el turismo se constituye en el factor exclusivo de su existencia. En la Patagonia el gas es esencial, a diferencia de otros servicios, como la electricidad, que se consume en forma similar que un homónimo de capital federal, se consume más del 200 o 300% más de gas para poder otorgar un mínimo de comodidad a los turistas y poder garantizar que sigan eligiendo a la Patagonia como destino de sus vacaciones. Cuando un turista nacional elige Patagonia, lo hace por encima del exterior (a pesar de las ofertas que favorecen que el residente viaje a destinos lejanos por costos similares o menores comparativamente a los internos) y de esta manera dar trabajo de argentinos y dejar divisas dentro del país con lo cual esta situación se convierte en estratégica.
Cuando la Patagonia recibió facturaciones con aumentos que iban del 1200 al 1800 %, la zona se alarmó por lo exorbitantes de los montos, pero más se alarmo porque el estado estaba abandonando el principio de subsidiariedad reconocido y aplicado históricamente respecto a esta región y sin tener presente el rigor del clima y las difíciles condiciones de vida de esta región.
Hay que poblar con libros estos desiertos dijo por el ministro Bullrich hace unos días en Choele Choel y nosotros decimos con libros sí, pero también hay que hacerlo con políticas activas. El único subsidio que recibimos en nuestra actividad es el gas y pedimos de mantenerlo. Necesitamos seguir recibiendo turistas.
Somos empresas Pymes y estamos al frente de nuestros negocios y venimos a pedir para seguir dando trabajo y pagando los salarios e impuestos. El gobierno debe entender la importancia de esta situación, queremos ser competitivos. En este mundo globalizado, los insumos y los costos se han internacionalizado y si quedamos fuera del mercado no nos eligen, no podemos tener insumos más caros de otro países como EE.UU.
Qué paradoja mientras esperaba para viajar para acá recibo mail de Aerolíneas Argentinas ofreciéndome viajar a Miami por $10.000, pagadero en 18 cuotas en pesos, y yo tuve que pagar $ 7.500 para venir acá -desde Bariloche – para peticionar que se mantengan estas políticas activas.
En relación al transporte y distribución, los márgenes resultan más altos donde menos inversión se requiere en la expansión y donde existen economías de escala con menores costos. Las inversiones obligatorias son irrisorias (ej. en ciudades como Bariloche los proyectos de inversión significan 500 metros lineales de caños)
Por todo lo expuesto la Patagonia solicita:
1) Incorporar a los usuarios comerciales SPG1, SPG2 y SPG 3 al criterio indicado por la Corte Suprema de Justicia en lo que hace a la progresividad y gradualidad de los aumentos.
2) Que el valor final del gas para el usuario de la Patagonia contemple un descuento del 40% respecto del valor fijado para el resto del país y no supere los U$S 3,50 para el MBTU.
3) Incorporar un descuento adicional del 20% para los bimestres 4 y 5 (Jul-Ago y Set-Oct) para como las que se están aplicando en NE de Estados Unidos (cuna del libre mercado) que establece políticas de desarrollo aplicando valores inferiores de gas a los usuarios de regiones más afectadas por cuestiones climáticas en los periodos de más necesidad de este insumo.