Junto a los ministros de Relaciones Exteriores, Jorge Faurie, y de Producción y Trabajo, Dante Sica, el Presidente interiorizó a 60 representantes empresariales sobre los detalles del reciente acuerdo de libre comercio firmado entre el Mercosur y la Unión Europea. Participó el vicepresidente de la Federación, Paulo Lunzevich.
Mauricio Macri se reunió el 3 de julio, en la Quinta de Olivos, con 60 representes del sector empresario para hablar sobre el convenio firmado el viernes pasado entre los bloques del Mercosur y de la Unión Europea.
Además de autoridades del foro empresario de IDEA, de la Unión Industrial Argentina (UIA), de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), de la Sociedad Rural Argentina, participaron representantes de entidades de los sectores de la hotelería y gastronomía, bancos, industrias textiles, farmacéuticos, industria láctea, industria maderera, producción avícola, la industria molinera, entre otros. Representando a FEHGRA estuvo presente el vicepresidente Paulo Lunzevich.
Con este encuentro, el Gobierno se planteó llevar tranquilidad al empresariado sobre los alcances del acuerdo, que llevaría a impulsar y potenciar al sector productivo.
Paulo Lunzevich expresa que “el acuerdo implica grandes desafíos, que debemos encarar y transformarlos en una oportunidad para mejorar la competitividad de las PyMES, generar empleo y dinamizar las economías regionales, con reglas claras y estables”.
Para el Gobierno el tratado implica la integración de la región con un mercado de 800 millones de habitantes, casi una cuarta parte del PBI mundial y con más de US$ 100.000 millones de comercio bilateral de bienes y servicios. Calificaron el acuerdo como un “hito” para la inserción internacional de la Argentina y del resto de los países del bloque comercial, ya que aumenta las exportaciones de las economías regionales, consolida la participación de las empresas en cadenas globales de valor, promueve la llegada de inversiones, acelera el proceso de transferencia tecnológica y aumenta la competitividad de la economía, todo lo cual generará un incremento del Producto Bruto Nacional y el aumento del empleo de calidad.
También destacaron que la clave de este convenio estuvo en buscar soluciones más allá de las meramente comerciales, e incluyeron negociaciones sobre las MiPymes que, según la Secretaría Iberoamericana, representan alrededor del 90% de las unidades productivas, que generan cerca de 60% de los empleos y suman 25% del producto regional.