A poco del inicio de la temporada estival, el Departamento de Capacitación y Formación Profesional de la Federación organizó un seminario virtual con el objetivo de impulsar la educación vial y concientización para alcanzar una mejor convivencia en la vía pública. Nuestro sector puede ayudar a construir un entorno más seguro, e impulsar la reputación positiva de los destinos turísticos.
En Argentina, los siniestros viales son una de las principales causas de muerte, especialmente en los jóvenes menores de 35 años. Puntualmente el exceso de velocidad causa alrededor del 40% de los accidentes. Por otra parte, el error humano provoca el 90% de los siniestros.
Ante esta realidad y de cara a la temporada estival, del Departamento de Capacitación y Formación Profesional de la Federación decidió organizar el seminario virtual “Seguridad Vial para nuestros Turistas”, con la finalidad de difundir tips de prevención y concientización, orientado a empresarios del sector y abierto al público general.
La apertura estuvo a cargo de la protesorera de FEHGRA, Belén García Bertone, a cargo del Departamento de Capacitación y Formación Profesional, quien subrayó la importancia de contribuir, desde el lugar de cada uno, a crear un entorno más seguro y favorable para todos, a través del reconocimiento de las normas y comprometiéndose a modificar una realidad tan compleja.
La capacitación estuvo a cargo del periodista y experto en educación vial Mauro Feito, con una gran trayectoria como orador en la temática. Además de ofrecer elocuentes datos sobre la problemática, compartió con el auditorio 10 Recomendaciones para tener en cuenta en esta temporada estival.
1- Cinturón de seguridad
Abrocharlo y ajustarlo una vez colocado al tamaño del cuerpo. Chequear que funcione correctamente. Los acompañantes traseros también deben ir con el cinturón abrochado, la inercia trabaja igual atrás y en un choque un ser humano desabrochado puede herir a quien va adelante. El airbag es una ayuda extraordinaria del cinturón, pero es un complemento ante un impacto inminente. Por más que el auto tenga varios airbags, nada reemplaza al cinturón.
2- Velocidad
Respetar las velocidades máximas permitidas según la señalización. En automóvil, en ruta, 110 kmh. En autopistas, la máxima es 130 kmh, pero en otras a 120 kmh. La OMS informó que el 40% de los accidentes se deben al exceso de velocidad. La diferencia entre viajar a 130 o 110 kilómetros por hora en un trayecto de 107,5 kilómetros sólo permite ganar 8 minutos e incrementa 33% las chances de sufrir un siniestro.
3. Celular al volante
El uso del celular mientras se maneja complica la inseguridad mundial en los últimos años y se cree que en la mitad de los accidentes diarios en el mundo está relacionado con el uso del teléfono móvil. La actividad cerebral disminuye hasta un 37% cuando se mantiene una conversación por celular. El cerebro puede sufrir hasta “ceguera mental” por desatención debido al uso del teléfono. Si se saca la vista durante 3 segundos para ver la pantalla, a 100 km/h, se recorrerá casi 85 metros, casi una cuadra, sin tener idea que sucede frente tuyo.
4. Alcohol al volante
No hay que beber alcohol antes de manejar. El alcohol actúa como una droga psicodepresora. Sólo en pequeñas dosis, influye negativamente en el manejo, nos “hace” peor conductor. Si uno tuviese sólo 0,3 a 0,5 g/l, que es la franja que ha estado en discusión siempre en Argentina, es el inicio de la zona de riesgo. Excitabilidad emocional, disminución de la agudeza mental y capacidad de juicio, relajación, deterioro de los movimientos oculares, distorsión de las distancias o “efecto túnel” y debilidad en la percepción de luces móviles. Cero alcohol es más seguro.
5. El auto, especialmente los neumáticos
El chequeo técnico del automóvil es fundamental a la hora de emprender un viaje: el estado de los frenos, la rueda de auxilio, el chaleco de emergencia y el triángulo de posición. Por supuesto el vencimiento y carga del matafuegos. Pero si hay un elemento que debe estar al 100% son los neumáticos. Son 4 y son los que unen el automóvil con el piso, nada más. A 100 km/h, la superficie de contacto con el asfalto no es más que los cm cuadrados de la palma de una mano. Por eso, chequear que sus ranuras tengan, como mínimo, 3 mm de profundidad. Ayudarán si se viaja con lluvia. Y la presión es clave. Chequear en el manual la presión correcta y recordar que siempre se va más cargado en vacaciones: también hay consejos técnicos para ello.
6. Señales, especialmente no pasar
Si hay una señal de rotonda, tiene prioridad quien va girando dentro de ella. Si hay señal de bajar la velocidad, se debe hacer. Si hay señal de cruce del ferrocarril, recordar que si es de noche los vagones cargueros no se ven. Bajar la velocidad. Pero la que más hay que respetar es la de “Prohibido PASAR”. Si está esa señal en la ruta, por algo fue colocada: tal vez es una zona de doble línea amarilla, hay una loma, una curva o una dificultad geográfica que no permite ver qué viene de frente.
7. Niños atrás
Los menores de 10 años siempre deben ir en el asiento trasero. Si tienen hasta 12 años, pero no miden más de 1,50m, también deben ir detrás con su asiento acorde. Hay que chequear el peso, edad y estatura para elegir la butaca infantil correcta. Hay cinco grupos, desde los usados para los bebés hasta los adolescentes de 12 años.
8. Motocicletas y casco
Seguramente quien nos visite en nuestro hotel sea un motociclista experimentado, acostumbrado a viajar en la ruta. Igualmente, siempre es bueno recordarle dos cosas del casco: que tiene que ir abrochado (de no hacerlo, en un accidente se sale de la cabeza en menos de un segundo) y que su tamaño respete la circunferencia del cráneo. Esa es la medida correcta. También recordar que, si se viaja en auto, y se debe superar a un motociclista, hay que considéralo como si fuese un automóvil. Tomar el espacio hacia la mano contraria para hacer un sobrepaso que no complique su andar. Es un vehículo más chico y apoyado con sólo dos ruedas.
9. Clima: viento, lluvia o nieve
Si hay algo que no se puede manejar, especialmente con el calor del verano, son los cambios climáticos bruscos. Una tormenta puede sorprender. Si llueve mucho, la acumulación de agua en el asfalto puede causar “acquaplanning” o hidroplaneo, lo cual deja a los neumáticos sin contacto con el asfalto. Bajar la velocidad. Y si llueve demasiado, es bueno detenerse en una estación de servicio y esperar. Si se viaja a la Patagonia, hay que tener cuidado con las ráfagas violentas de viento. Pueden hasta producir un vuelco de un vehículo o cambios de dirección en el volante. Y si nieva, hay que tener experiencia, cadenas para colocar en los neumáticos e ir más despacio. Si no se está seguro, es mejor no emprender el viaje sobre nieve.
10. Descanso
Cada dos o tres horas, como máximo, es buena idea detener el auto y descansar. Hidratarse, relajar los músculos, caminar. Lo ideal: parar 20 minutos. Eso hará que las energías se renueven para seguir viaje. Hará que se recupere la concentración. No comer alimentos de lenta digestión. Observar el auto, cómo están sus neumáticos y la carga de equipaje. Otro dato: considerar ir al baño. La vejiga es la bolsita que retiene la orina dentro de nuestro cuerpo, pero está hecha de una membrana sensible. Ante un accidente, lo primero que se puede romper en nuestro cuerpo humano, si está llena, es la vejiga. Porque el cinturón apretará mucho el abdomen para salvar la vida. No hacer tramos de cinco o seis horas sin ir al baño…