El principal encuentro empresarial de Argentina reunió más de mil líderes públicos y privados para debatir los desafíos de la competitividad argentina.
Los dirigentes de FEHGRA, Rafael Miranda y Daniel Suffredini, participaron del 61° Coloquio IDEA, realizado del 15 al 17 de octubre en Mar del Plata, bajo el lema “Juega Argentina. A competir, producir, innovar”.
Más de mil empresarios, funcionarios y especialistas analizaron los retos estructurales de la economía nacional, con foco en la innovación, el empleo, la competitividad y la responsabilidad empresarial.
El encuentro contó con la participación virtual del ministro de Economía Luis Caputo, y las exposiciones del ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger; del secretario de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, Julio Cordero; y los gobernadores Alfredo Cornejo, de Mendoza; Martín Llaryora, de Córdoba; Maxilimiliano Pullaro, de Santa Fe; Rogelio Frigerio, de Entre Ríos; Leandro Zdero, de Chaco, entre otros referentes.
Competitividad y desarrollo
El presidente de la UIA, Martín Rappallini, destacó la necesidad de reducir el “costo argentino” y generar condiciones que mejoren la competitividad y el consumo interno. “El empresario industrial se adapta a las distintas realidades. La industria argentina es competitiva: aunque no exportes, tenés que sentirte global, porque hay que darle al consumidor argentino los productos al mejor precio y con la mejor calidad”, afirmó.
En ese marco, subrayó que el rol del Estado debe centrarse en crear un entorno propicio para el desarrollo, mediante menor carga impositiva, una regulación laboral razonable, infraestructura adecuada y acceso a créditos a bajas tasas. “Lo que necesitamos son condiciones para ser competitivos, porque esa es la única base para lograr sustentabilidad”.
Impuestos que frenan
En el panel “Nivelando la cancha: el desafío impositivo”, Matías Surt, socio y director de Invecq Consulting, presentó un panorama sobre la situación fiscal y tributaria del país. Señaló que “la carga tributaria que soporta cualquier país tiene una relación directa con el gasto público”, y advirtió que sin un reequilibrio en ese aspecto será muy difícil avanzar.
Explicó que el actual Gobierno redujo el gasto público en 10,5 puntos, ubicándolo en 32,5% del PBI, y subrayó que Argentina mantiene una presión tributaria récord, la más alta del mundo, con ocho puntos por encima del promedio regional.
Matías Surt también destacó la alta evasión, por ejemplo, del IVA, que alcanza el 37%, frente al 23% en Colombia, 19% en Chile y 15% en Uruguay. “Si lográramos reducir la evasión tributaria, podríamos recuperar alrededor de cuatro puntos del PBI”, precisó.
Otro elemento distintivo que mencionó es la recaudación tributaria de impuestos distorsivos: “el mundo recauda entre 1 y 2 puntos de PBI en ‘malos impuestos’. Argentina recauda casi 8 puntos del PBI entre Ingresos Brutos, derechos de exportación o retenciones, aranceles de importación, transacciones financieras, impuesto al cheque”.
A esto se suman las tasas municipales, que aportan 1,5 puntos adicionales del PBI, alcanzando casi 9 puntos en impuestos que desalientan la inversión y el crecimiento del sector privado.
El desafío del mercado laboral
En el panel “El tablero del empleo: cómo va el partido”, Santiago Bulat, economista jefe de IDEA y socio de Invecq Consulting, señaló que “la falta de creación de empleo privado está estrechamente ligada a los bajos niveles de productividad. Mientras en el mundo ésta crece, en Argentina vamos a contramano”.
Explicó que el estancamiento del empleo formal impulsa el aumento de modalidades alternativas, como el trabajo independiente o el monotributo, y un mayor peso del empleo público. Advirtió: “Si no empezamos a debatir la reforma laboral, la reforma laboral se hace sola. Y ya está ocurriendo, a una velocidad acelerada”.
Santiago Bulat remarcó que la informalidad laboral afecta la productividad, ya que las empresas informales “no capacitan a sus empleados, no asumen riesgos de inversión ni acceden al crédito”.
Además, subrayó el impacto previsional: “Para sostener el sistema jubilatorio, por cada trabajador formal que no se crea, se necesitan unos 27 monotributistas para aportar lo mismo”.
Finalmente, anticipó que en 2026 se debatirán reformas clave, y llamó a que el país y el empresario estén preparados y dispuestos para “jugar ese partido”.
En la foto, de izquierda a derecha, Rafael Miranda, Matías Surt, Esteban Domecq (presidente de Invecq), Santiago Bulat y Daniel Suffredini.