La Federación ofreció una charla virtual dirigida para empresarios del sector, que giró en torno a tres ejes: la optimización del discurso para la comunicación verbal, consejos para potenciar la comunicación no verbal, y las reglas básicas para la preparación del discurso. Fue organizada por el Departamento de Capacitación y Formación Profesional, a cargo de Ana María Miñones.
La consigna del encuentro fue ayudar a convertirse en un orador exitoso e influyente frente a distintos tipos de audiencia. Dictada por Mario Caira, periodista, coach y profesor universitario, la charla puso el acento en la oratoria más allá del ámbito en que se lleve adelante, ya sea presencial o a través de soportes tecnológicos. Participaron más de 100 empresarios hoteleros y gastronómicos.
El especialista explicó que la oratoria es el arte de hablar en público con elocuencia, con la finalidad de persuadir o conmover al auditorio, y que se trata de una poderosa herramienta que se usa para propósitos tales como la motivación, influencia, persuasión, información. Refriéndose a la necesidad actual de comunicarse a través de computadoras o celulares, dijo: “Que lo virtual no le quite humanidad a la comunicación”.
En este ámbito comunicó algunas herramientas y tips para que todos puedan transmitir sus mensajes con un lenguaje claro y efectivo.
Habló sobre la comunicación verbal, que está integrada por la voz, dicción, pausas, silencios, inflexiones, volumen, respiración, ritmo; y sobre la comunicación no verbal, es decir, lo que se dice sin hablar, como la gestualidad, la mirada, el desplazamiento.
Dijo que el storytelling -arte de contar una historia- es la mejor herramienta de comunicación para llegar a una audiencia ya que, según un estudio de la Universidad de Stanford, el 65% de las personas recuerdan las historias y sólo el 3%, los datos.
Se refirió a la importancia de fijar los objetivos de cada exposición; organizar la estructura del discurso, con un comienzo, un desarrollo y un final; de generar conversación con la audiencia; de mantener constantemente el interés; y de atrapar a través de la emoción.
Sintetizó en cuatro claves: la persuasión, que implica convencer y motivar; agradar, es decir, elegir la palabras correctas para crear belleza; enseñar; y conmover a la audiencia.
Para explicar una de las máximas del buen conferencista citó a Pericles, quien dijo: “El que sabe pensar pero no sabe expresar lo que piensa, está en el mismo nivel del que no sabe pensar”.